Mi verdad.

Con el paso del tiempo y con la corta experiencia de vida que tengo, me di cuenta que…

Es muy fácil decir que si, pero difícil decir NO.

Es muy fácil admirar a los otros, pero difícil admirarse a uno mismo.

Es muy fácil enojarse, pero muy difícil saber pedir perdón.

Es muy fácil “hacer nada”, pero muy difícil hacer mucho.

Es muy fácil pensar en uno mismo, pero difícil pensar en el otro.

Es muy fácil hablar de la boca para afuera, pero difícil hacer lo que decimos.

Es muy fácil creer en Dios, pero difícil tener fe en el momento que lo necesitas.

Es muy fácil disfrutar, pero muy difícil trabajar.

Es muy fácil engordar, pero difícil adelgazar.

Es muy fácil odiar, pero muy difícil saber perdonar.

Es muy fácil notar los errores de los demás, pero muy difícil aceptar cuando los demás nos remarcan nuestros errores.

Es muy fácil querer que confíen en nosotros, pero muy difícil confiar en los otros.

Es muy fácil tener orgullo, pero difícil quitarlo.

Es muy fácil arrepentirse constantemente, pero muy difícil poner en práctica el no arrepentirnos.

Es muy fácil derrochar, pero muy difícil ahorrar.

Es muy fácil envidiar, pero muy difícil valorar lo que tenemos.

Es muy fácil mostrarnos ser lo mejor del universo, pero muy difícil sentirnos bien con nosotros mismos.

Es muy fácil preparar unas vacaciones, pero muy difícil preparar un examen.

Es muy fácil tener amigos, pero muy difícil valorar a los que realmente lo son.

Micaela A. Martínez