Así me decía el, y es que.. apenas lo conocí le comenté acerca de mi cualidad tan peculiar.
- Soy el ser más caprichoso que vas a conocer, aclaro.
- Ah si?
- Si, yo te aviso, por las dudas...
- Me gustas igual caprichito.
Claro que no pensó que se lo decía en serio, pero si.
A medida que fue pasando el tiempo, se fue dando cuenta que aquello que le causaba ternura, era un gran defecto, y que era demasiado difícil de complacer TODOS mis caprichos.
- Yo te aclaré que era caprichosa, desde un principio!
- Si pero no podés ser así nena! Tenés que dejar que los demás opinen!!!
- Yo decido todo, sino te gusta, chau.
Hasta que un día se fue... Ya hace varios meses. No solo mi mente y mi cuerpo lo extrañan terriblemente, mi alma entera lo hace.
Necesito a veces apoyar mi oído en su pecho para escuchar sus latidos, acariciar su nuca, escuchar sus palabras dulces, y levantarme con sus besos.
♥
Cuánto te extraño, cuando perdí y como lo siento al no tenerte.
Debería empezar a cambiar...
No comments:
Post a Comment