Cosas que se me pasan por la mente, sin sentido, sin coherencia, pero totalmente REALES.

Si me preguntarían en cualquier momento o en cualquier lugar, cuantas veces me miro al espejo por día, tendría más que obvia la respuesta: "Más de 50 veces".
Y no, no es porque sea egocéntrica y necesite recordarme que tan bella soy a tra vés de un espejo, sino que, contradiciendo esto, me miro para saber si estoy mejor, o si empeoré o si es necesario algo nuevo en mí.
Vivo mi perfeccionismo tan intensamente, que no puedo dejar de pensar cuanto tiempo más necesito dejar de comer para estar perfecta, o de tener el pelo prolijo y lacio, o de mantener mi ropa planchada y que no se arrugue al estar sentada, o simplemente de tener los dientes extremadamente limpios.
Y así soy, ordenada en mi desorden, perfeccionista hasta la última gota y autocrítica en todo sentido.
Estoy felíz, si, pero no puedo evitar intentar ser cada día un poco mejor, o tratar de ser perfecta (aunque sé que soy totalmente lo contrario) para sentirme viva completamente... Lo peor es que siento que en vez de mejorar mi autocrítica, (ya que siento que una persona me quiere) la empeoro, porque todos los días me siento más imperfecta e intento ser perfecta, pero ahora no para mí, sino para el.